No nos conformamos con el rol tradicional de distribución, sino que decidimos convertirnos en partners tecnológicos. Desde el primer día, trabajamos codo a codo con la fábrica para optimizar la formulación del material, analizando las patologías de las fachadas actuales y escuchando las necesidades reales de los instaladores para aplicar esa inteligencia en la mejora de la placa. El resultado de esa estrecha colaboración es Solith Skin®, una superficie más resistente, con una clasificación de fuego optimizada y una capacidad de personalización estética que antes no existía. Hoy, Solith no es solo un producto, sino el resultado tangible de unir capital, industria y una obsesión absoluta por la calidad.